Saludos, hijos de las melodias y padres de los ritmos, como siempre ha sido y siempre será, a vuestros pies me pongo.
Desde hace unos meses estoy -intentando- recuperar una vieja aficion que arrastro desde mis escaramuzas quinceañeras y que tenia un poco olvidada: enlazar ritmos con una mesa de mezclas, hacer de Dj. Mas que un hobby o una aficion, es para mi una terapia. Una valvula de escape donde puedo dejar a mi cerebro evolucionar en el vacio mental.
Nunca conseguí hacer sonar bien un instrumento pero la musica siempre me ha acompañado en mi camino, asi que cuando descubrí que los ritmos se me daban mejor que las melodias, me adentré en un mundo de bpm's y rpm que me inundo de placer.
Una sesion de una horita dando caña a los vecinos hace mas por mi paz interior que tres meses de psicoanalisis. No es que sea Carl Cox ni muchisimo menos, pero cuando el ritmo fluye por el aire batuteado (bonito palabro) por mis manos, me siento igual que cualquier superstar de Ibiza.
Cada uno de nosotros tiene un santuario similar a mi cabina de Dj. Cada uno de nosotros tiene ese alar donde el es el dios omnipotente y prepotente. Unos se vician a las videoconsolas, otros tocan un instrumento o leen un libro, los mas friks pintan figuritas o escriben blogs (jas.) pero todos tenemos algo en comun: necesitamos nuestro espacio de liberacion mental donde dar rienda suelta a nuestra mente y donde los problemas e inquietudes no tienen cabida.
Ese espacio virtual, esa Cueva de hielo/ Animal de poder, hace que nuestros miedos empequeñezcan y nuestras virtudes afloren. Hace que seamos LIBRES en mayusculas para ser quien queramos. Hace que todo cobre sentido.
Emplazo desde este particular lugar a todo aquel que no disponga aun de un oasis donde refugiarse de si mismo, que intente descubrir cual es su propia "mesa de mezclas". Quien sabe, quizas el nuevo Wagner esta esperando a ser descubierto...
Ritmicos saludos Hermanos.
Desde hace unos meses estoy -intentando- recuperar una vieja aficion que arrastro desde mis escaramuzas quinceañeras y que tenia un poco olvidada: enlazar ritmos con una mesa de mezclas, hacer de Dj. Mas que un hobby o una aficion, es para mi una terapia. Una valvula de escape donde puedo dejar a mi cerebro evolucionar en el vacio mental.
Nunca conseguí hacer sonar bien un instrumento pero la musica siempre me ha acompañado en mi camino, asi que cuando descubrí que los ritmos se me daban mejor que las melodias, me adentré en un mundo de bpm's y rpm que me inundo de placer.
Una sesion de una horita dando caña a los vecinos hace mas por mi paz interior que tres meses de psicoanalisis. No es que sea Carl Cox ni muchisimo menos, pero cuando el ritmo fluye por el aire batuteado (bonito palabro) por mis manos, me siento igual que cualquier superstar de Ibiza.
Cada uno de nosotros tiene un santuario similar a mi cabina de Dj. Cada uno de nosotros tiene ese alar donde el es el dios omnipotente y prepotente. Unos se vician a las videoconsolas, otros tocan un instrumento o leen un libro, los mas friks pintan figuritas o escriben blogs (jas.) pero todos tenemos algo en comun: necesitamos nuestro espacio de liberacion mental donde dar rienda suelta a nuestra mente y donde los problemas e inquietudes no tienen cabida.
Ese espacio virtual, esa Cueva de hielo/ Animal de poder, hace que nuestros miedos empequeñezcan y nuestras virtudes afloren. Hace que seamos LIBRES en mayusculas para ser quien queramos. Hace que todo cobre sentido.
Emplazo desde este particular lugar a todo aquel que no disponga aun de un oasis donde refugiarse de si mismo, que intente descubrir cual es su propia "mesa de mezclas". Quien sabe, quizas el nuevo Wagner esta esperando a ser descubierto...
Ritmicos saludos Hermanos.
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