martes, 4 de noviembre de 2008

Ego sum lux mundi

Soy la luz que ilumina el mundo. JAS!


Egocenricos por naturaleza, amantes de nosotros mismos, superiores a los demas,...
Nos creemos la hostia hasta que caemos. Y os aseguro que caemos.
Nos pegamos un guarrazo de tal magnitud que nuestro ego se ve tan maltratado y humillado que amenaza con cambiar de nacionalidad y abandonarnos para ir a vivir con sus tios.
Intentamos ser perfectos, rozar la exquisitez, estar a la altura de las espectativas, pero nos comportamos como simples cochinos revolcandonos en los excrementos de nuestra propia autosuficiencia. Y cuando nos queremos dar cuenta, olemos tan profundamente a mierda que nos dan arcadas de supremacia.
El mundo nos odia y nos repudia, pero nosotros nos creemos la novia del mundo, la guapa del baile. Somos Carrie pringada de sangre de cerdo embutidos en un vestido rosa. La escoria del egocentrismo, la roña de las uñas de la peor rata de la mas sucia alcantarilla, pero nos seguimos mirando en cada espejo vanagloriandonos de nuestra propia felicidad y dicha.
Nos amamos mas que nadie y nos sentimos afortunados de conocernos, pero la realidad es que estamos solos. Somos el eco deformado de un ruido moleso.
Vamos a ver si ponemos de vez en cuando los pies en la tierra y miramos lo que realmente somos y lo que realmente queremos ser.

Todo se puede conseguir en esta vida, pero no por nuestra cara bonita, sino por nuestros meritos.

Humildes saludos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizá el problema radica ahí, en querer supéranos continuamente, y eso a la larga desgasta, sobre todo cuando crees q no has conseguido tu propósito, es mejor ser como uno es y ver tus logros por cómo eres, sin saber que eres importante, porque si no te lo crees pero lo hechos demuestran que eres bueno, ESO ES GENIAL, porque no te lo esperabas. La superación es buena pero creo q desgasta el saber q no llegas a tu meta.

kafka dijo...

Creerte bueno o no creertelo no cambia la realidad.
Los actos del egocentrico y del humilde se miden por si mismos, no por sus estandartes. La accion en si es representante de si misma, al margen de la autoestima del causante.
Autovalorarse o autodevaluarse no cambia la base de lo que hacemos, si somos buenos en algo, lo seremos con humildad o con pedanteria, y si somos desastrosos en lo que sea, lo seremos tanto si nos idolatramos como si nos repudiamos.

Saludos.