miércoles, 17 de septiembre de 2008

A. Pla

Tengo la suerte de conocer a un par de (buenos) artistas, de los de verdad, de los que saben interpretar el mundo que ven desde un prisma magico que solo ellos contemplan y que el resto admiramos de refilon en sus obras.
Esos seres etereos, misticos, errantes del pensamiento, que son capaces de leer entre lineas del libro de la vida.
Intento pasar con ellos todos los (pocos) ratos tranquilos de los que dispongo para intentar empaparme de su sabiduria y vision, con una mezcla de envidia sana y fascinacion pueril analizando cada pequeño comentario, cada sutil matiz de su expresion tratando de vislumbrar lo que ellos ven.
Esa envidia provoca en mi sensaciones curiosas y contrapuestas, quiero ser como ellos, quiero poseer su don, pero al mismo tiempo me alegro de no poseerlo para poder fascinarme de nuevo con cada obra, cada nueva interpretacion de la realidad cotidiana. Son pequeños dioses en sus pequeños mundos, al margen de reglas y preconceptos, creando para si mismos y para aquellos que quieran disfrutar de su obra.
A parte de los grandes maestros del arte, Münch, Renoire, Tiziano, Teotocopoulos y el resto de genios reconocidos, està esta otra realidad artistica, los (vivos) creadores no reconocidos a escala mundial, que sin grandes exposiciones ni galerias tremendas, inundan los rincones de vidas anonimas con una luz tan propia y unica que sobresale por si misma, haciendo que esos pocos afortunados, aquellos agraciados con el placer de contemplar su obra, se sientan tan afortunados como la primera persona que tuvo el honor de presenciar el David de Miguel-Angelo o los primeros testigos del Guernika.
Yo soy uno de esos privilegiados, que he podido contemplar el trabajo de un artista en su taller y observar despues la reaccion del publico al hacer la presentacion de la obra. Ver la fascinacion, el asombro y la admiracion de los presentes cuando has visto nacer y crecer esa obra es una sensacion incomparable.
Espero, algun dia, ser capaz de crear algo digno de ser expuesto, pero mientras, seguire admirando a esos seres superiores, esos creadores, esos ARTISTAS que hacen que mi vida sea un poco mas interesante cada vez que me muestran una prespectiva de la cotidianidad distinta a la habitual.


A todos los artistas que conozco, conoceré o esperaré: Gracias.

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